viernes, 26 de marzo de 2010

Mi experiencia en el terremoto

Día sábado, como cualquier otro parecía ir todo normal. Pero no fue así. A las 3.34 hrs un terremoto sacudió nuestro país. En un comienzo parecía ser un temblor de los que estamos acostumbrados, ya que vivimos en un país sísmico. Pero fue mucho más que un simple temblor. Arrasó con todo y destruyó miles de vidas.

El día anterior al terremoto estaba en la ciudad de Viña del Mar y decidí devolverme junto a mis amigas. Me considero muy afortunada ya que probablemente de haber estado en la playa hubiese estado esa noche en alguna discoteque y lejos de mi familia.

El día viernes por la noche preferí quedarme en mi casa y no salir. Por lo que en el minuto en el que empezó el terremoto estaba durmiendo. Me desperté a los pocos segundos de haber comenzado y no era muy fuerte el movimiento aún. Luego empezó más fuerte y comencé a preocuparme. Le grité a mi mamá que estaba en la pieza continua a la mía. Me dijo que estuviera tranquila y que me quedara donde estaba. Casi por inercia me pare y fui a su pieza. Debido a que vivimos en edificio el movimiento se siente mucho más fuerte y cuando las cosas comenzaron a caer y se escuchaba como se quebraban, decidimos salir del departamento e ir a las escaleras.

Salir del departamento era muy difícil ya que costaba mantenerse en pie debido al fuerte movimiento. Con mi mamá agarramos a mi perro y corrimos para abrir la puerta para que no se quedara trancada. Al llegar a las escaleras, escuchamos los gritos de la gente y como comenzaban a salir rápidamente de sus departamentos camino a las escaleras.

Nos reunimos toda la gente del edificio afuera y cada uno contaba su historia. Algunas personas del edificio se les quedo trancada la puerta y no podían salir, pero aparte de eso todo estaba bien y en orden. Mi principal preocupación era mi papá y mi hermana que no se encontraban en la casa. Comunicarse fue un lió y después de varios intentos fallidos logramos hablar con ellos y saber que estaban bien.

Después de unas semanas de ocurrida la tragedia, podemos ver la verdadera magnitud que tuvo y como afectó a tantas familias en el sur de nuestro país. Ahora solo queda esperar a que poco a poco se vaya reconstruyendo la vida de todas esas personas, vidas que antes del 27 de febrero, eran totalmente distintas.